jueves, 24 de marzo de 2016

ANTE EL MUNDO


1 comentario:

  1. Los políticos que deciden colocar los alambres de espino nunca se acercarán a esas fronteras. Los esbirros que lo hacen por ellos no tienen esa pinta. Los primeros vuelan sobre ellas en aviones, a ser posible en clase de lujo. Los segundos van equipados con chaleco antibalas y casco antidisturbios.

    Así que esa imagen atemporal nunca tendrá lugar.

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